Excepcional finca de 18 hectáreas ubicada en una zona privilegiada con magníficas vistas hacia áreas montañosas y pura naturaleza. El principal valor de esta excepcional finca reside en su localización y su carácter especial, ya que es hogar de la auténtica tortuga mallorquina y del rebaño de ovejas de la propia finca. Disponemos de amplias terrazas con sus propios jardines, césped y áreas sombreadas para disfrutar de sus momentos de relajación. La propiedad está completamente vallada, lo que permite dar largos paseos en su interior. Esta propiedad cuenta con dos casas independientes y reformadas, cada una con sus respectivas licencias turísticas, totalmente equipadas y con sus propias piscinas. Una de las casas es más grande y la otra es más pequeña. Además, la finca dispone de una pista de tenis y una cancha de baloncesto para el disfrute de los huéspedes de ambas casas.